miércoles, 18 de abril de 2012

Miedo al miedo...

Se encontraba mal, el estómago revuelto, mareada y muy débil. En los últimos meses había perdido mucho peso.

Estaba realmente preocupada... ¡No podía caer enferma ahora!"¡Con la de trabajo pendiente que tengo!", se decía a sí misma, "¡Y no tengo quién me sustituya!".

Envió un mensaje a su novio y le dijo "Creo que me estoy poniendo enferma, y no me lo puedo permitir..."

A Daniel se le encendió la luz de alarma cuando ella le describió sus síntomas, le resultaban muy familiares... quizás demasiado. Entonces le preguntó "¿A qué tienes miedo?" y ella le contestó "A ponerme enferma, a que esto no se me pase, con todo lo que tengo que hacer en los próximos meses."

Estaba claro, más que claro, cristalino, cualquiera lo hubiese visto excepto ella.

Tras una larga conversación con Daniel, se sintió un poco mejor, parecía que realmente estos síntomas no eran producidos por ninguna grave enfermedad, sino por algo que a ella tampoco le resultaba desconocido, pero que todavía no había aprendido a identificar... la ansiedad.

Daniel le explicó que esto era algo que la iba a acompañar durante toda su vida, cada vez que tuviese que hacer una exposición en público. En ese momento, a ella se le volvió todo negro "¿Que esto no se cura? ¡¡Pero si mi trabajo consiste precisamente en eso!! Estoy condenada a vivir enferma ¿Por qué me pasa esto a mí?"

Daniel le explicó que esto le pasaba a todo el mundo, pero ella no se lo acababa de creer ¿Cómo les iba a pasar eso a esas personas tan competentes en sus trabajos? Fue entonces cuando él le explicó que esas personas, simplemente habían aprendido a vivir con ello, lo habían aceptado y lo gestionaban de la mejor manera mediante técnicas basadas en la Inteligencia Emocional. Ella pensó, "Si ellos pueden... ¿Por qué yo no?" Y se puso manos a la obra.

3 comentarios:

  1. Gran artículo, sobre todo porque en esa situación nos hemos visto todos. Aprender a gestionar la ansiedad puede hacerte pasar de un estado caótico a un estado de competitividad absoluto.

    ResponderEliminar
  2. Me encanta cielo te admiro un monton. Un besazo enorme ♥☺

    ResponderEliminar
  3. Excelente artículo Anna! A veces una historia sencilla, tomada de un día cualquiera a una hora cualquiera, es la mejor forma de exponer un tema que de otra forma podría resultar más complicado y menos efectivo.
    Por mi parte, todavía recuerdo el fuerte sentimiento que tuve cuando sentí por primera vez la ansiedad en toda su crudeza. Siempre la había asociado a sentirse nervioso como cuando dejas de fumar. Mi sorpresa fue sentir en mi propia piel como la ansiedad puede ser paralizante. Efectivamente con el tiempo aprendes no sólo a superarla sino que aceptándola y adaptándote a ella incluso podemos convertirla en un herramienta útil para nuestra vida.

    Daniel Sotelino
    Autor de La Fórmula de la Felicidad · http://danielsotelino.com

    ResponderEliminar