domingo, 17 de abril de 2011

El secreto de las águilas

El viernes estuve en la reunión mensual de Foro Coaching Valencia y la ponente que vino a compartir con nosotros su experiencia, Ana Belén Miguel, nos regaló un Salmo que me gustó mucho y he decidido compartirlo con vosotros:

El águila es el ave con mayor longevidad de esas especies. Llega a vivir 70 años, pero para llegar a esa edad, a los 40, debe tomar una seria y difícil decisión.

Alos 40 años, sus uñas están apretadas y flexibles y no consigue tomar a sus presas de las cuales se alimenta. Su pico largo y puntiagudo, se curva, apuntando contra el pecho. Sus alas están envejecidas y pesadas y sus plumas gruesas. ¡Volar se hace ya tan difícil! Entonces, el águila tiene solamente dos alternativas: morir o enfrentar un doloroso proceso de renovación que durará 150 días.

Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí, en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga la necesidad de volar. Después de encontrar ese lugar, el águila comienza a golpear su pico en la pared hasta conseguir arrancarlo.

Luego debe esperar el crecimiento de uno nuevo, con el que se desprenderá una a una de sus uñas. Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer, comenzará a desplumar sus plumas viejas. Después de 5 meses, sale para su vuelo de renovación, y a vivir 30 años más.

Situaciones parecidas nos suceden a lo largo de la vida. Hay momentos en que parece que hemos dado en nuestro (trabajo, familia, comunidad, Congregación) todo lo que teníamos.

Pareciera como si hubiéramos agotado nuestra creatividad y que ya no tenemos mucho que aportar.

Nuestra vida suele verse gris y envejecida. ¡Estamos en un punto de quiebre!. O nos transformamos como las águilas o estaremos condenados a morir. La transformación exige, primero, hacer un alto en el camino, tenemos que resguardarnos por algún tiempo. Volar hacia lo alto y comenzar un proceso de renovación.

Sólo así podremos desprendernos de esas viejas uñas y plumas para continuar un vuelo de renacimiento y de victoria. y ¿cuáles son esas plumas y uñas de las que tenemos que desprendernos?. Pues, cada uno puede identificarlas fácilmente en sus vidas: son aquellas actitudes, vicios y costumbres que nos impiden el cambio, que nos atan al pasado, a la mediocridad, a la falta de ánimo para empezar la lucha.

En otros puede tratarse de resentimientos, complejos, baja o alta autoestima, que nos nublan la vista y la capacidad de ser objetivos con nosotros mismos. Debemos desprendernos de contumbres, tradiciones y recuerdos que nos causan dolor. Solamente libres de peso del pasado podremos aprovechar el resultado valioso que una renovación siempre trae.

Es increíble descubrir en la Biblia, que ya el salmista (1000 a 800 años antes de Cristo) conocía el secreto de las águilas:

"Él perdona todas tus culpas y sana todas tus enfermedades. Él rescata tu vida de la tumba y te colma de amor y de ternura, sacia de bienes tu existencia, y te rejiveneces como un ÁGUILA" Salmo 103: 3-5

domingo, 3 de abril de 2011

¿Preparados para el cambio?

En el mundo que vivimos y en los tiempos que estamos, debemos estar preparados para todo tipo de cambios repentinos en nuestras vidas.

Sin haber pensado en ello y de la noche a la mañana, se pueden suceder una serie de cosas que parece que no estamos preparados para vivir.

Un día llegas al trabajo y la puerta está cerrada, han decidido cerrar la empresa y nadie había pensado en ello porque no se veía venir... ¿alguien se había molestado en observar y reflexionar sobre ello? No, simplemente os habíais limitado a dejaros llevar por la rutina, os habíais limitado a trabajar todos los días del mismo modo y a cobrar a final de mes, que, al fin y al cabo, era lo importante. Y una vez ha sucedido... os dais cuenta de que hubo muchas señales que indicaban que esto podía ocurrir.

Cuando llegas a casa, tu pareja se ha ido y te ha dejado una nota de despedida... ¿Pero qué ha ocurrido? Si todo estaba como siempre.... ¿Estás seguro? Vivir al lado de una persona, no significa que le prestes la atención necesaria. Seguramente llevaba meses enviando señales de descontento, pero no te has molestado en intentar entenderlas.

Y así puede ocurrir en cualquier faceta de nuestras vidas. Por eso es importante saber observar todo lo que ocurre a nuestro alrededor, porque nos da pistas sobre cómo se pueden desarrollar las cosas en un futuro.

Si no hemos podido llegar a tiempo para darnos cuenta de lo que estaba ocurriendo y atajar el problema (no todo el mundo tiene capacidad suficiente de observación como para descifrar las complejas señales que emitimos inconscientemente), sólo nos queda afrontar el cambio.

¿Y cómo podemos hacerlo? No aferrándonos a lo que teníamos y buscando nuevos objetivos en los que centrarnos, no perder nunca la ilusión y la motivación es lo que nos ayudará a recuperar la normalidad en nuestras vidas, no sin antes pasar por lo que se llama "período de duelo", que es algo necesario para poder afrontar después una nueva etapa.

Espero que no tengáis que enfrentaros a muchos cambios negativos en vuestras vidas, pero he considerado necesario publicar estas sencillas pautas...