En mi anterior artículo explicaba qué es el
Neurocoaching. Esta vez os voy a explicar cómo lo aplicamos para la Promoción
de la Salud…
Pero antes de nada, tendremos que saber ¿qué
es la Promoción de la Salud?
Parece ser, que nuestro sistema sanitario
está basado en la curación de la enfermedad, en lo que se invierten miles y
miles de euros cada año. Pero ¿nos hemos parado a pensar cuánto podríamos
ahorrar si en vez de curar tantas enfermedades nos preocupásemos de que estas
no surgiesen?
Personalmente pienso que sería una buena
solución al colapso que está sufriendo actualmente el sistema sanitario
español. La Promoción de la Salud, consiste en mostrar y ayudar a la aplicación
de hábitos saludables a la población. Con este simple gesto, con unas simples
normas básicas, nos podríamos ahorrar un montón de sufrimiento derivado de
enfermedades que se desarrollan por un exceso de estrés, una mala alimentación,
una vida sedentaria, etc…
¿Verdad que es sencillo? ¿Y si sabemos lo que
tenemos que hacer… por qué no lo hacemos? ¿Preferimos seguir enfermando? ¿Nos
resulta incómodo seguir una pauta diaria?
Hace poco un asistente a una de las charlas
que organizamos sobre este tema preguntaba “¿Esto hay que hacerlo durante el resto
de nuestras vidas?” La respuesta fue “¿Te lavas los dientes todos los días?
¿Cuándo dejarás de hacerlo?”. Nos parece tan lógico que haya que cumplir esta
pauta a diario durante el resto de nuestros días… (o al menos mientras tengamos
dientes)
¿Por qué nos cuesta con otras pautas que
pueden resultar incluso más sencillas?
Aquí es donde entra el Neurocoaching. Tenemos
problemas para cambiar de hábitos, nuestro cuerpo se rebela, no estamos
“programados” para hacer el más mínimo cambio en nuestra rutina… ¡¡Hasta el día
que decidimos hacerlo!!
Dejemos de boicotearnos, todo es cuestión de
trabajo, de tenacidad, si realmente tienes claro tu objetivo y sabes cómo
conseguirlo… ¿quién te impide correr hacia él y atraparlo a dos manos? ¿Tienes
la respuesta? ¿O te la digo yo? No te la diré… porque lo sabes y entonces esto
dejaría de ser Neurocoaching. Simplemente pretendo llevarte a la reflexión… ya
me dices cuál ha sido la conclusión.
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