jueves, 2 de mayo de 2013

Neurocoaching y Promoción de la Salud


En mi anterior artículo explicaba qué es el Neurocoaching. Esta vez os voy a explicar cómo lo aplicamos para la Promoción de la Salud…

Pero antes de nada, tendremos que saber ¿qué es la  Promoción de la Salud?

Parece ser, que nuestro sistema sanitario está basado en la curación de la enfermedad, en lo que se invierten miles y miles de euros cada año. Pero ¿nos hemos parado a pensar cuánto podríamos ahorrar si en vez de curar tantas enfermedades nos preocupásemos de que estas no surgiesen?

Personalmente pienso que sería una buena solución al colapso que está sufriendo actualmente el sistema sanitario español. La Promoción de la Salud, consiste en mostrar y ayudar a la aplicación de hábitos saludables a la población. Con este simple gesto, con unas simples normas básicas, nos podríamos ahorrar un montón de sufrimiento derivado de enfermedades que se desarrollan por un exceso de estrés, una mala alimentación, una vida sedentaria, etc…

¿Verdad que es sencillo? ¿Y si sabemos lo que tenemos que hacer… por qué no lo hacemos? ¿Preferimos seguir enfermando? ¿Nos resulta incómodo seguir una pauta diaria?

Hace poco un asistente a una de las charlas que organizamos sobre este tema preguntaba “¿Esto hay que hacerlo durante el resto de nuestras vidas?” La respuesta fue “¿Te lavas los dientes todos los días? ¿Cuándo dejarás de hacerlo?”. Nos parece tan lógico que haya que cumplir esta pauta a diario durante el resto de nuestros días… (o al menos mientras tengamos dientes)

¿Por qué nos cuesta con otras pautas que pueden resultar incluso más sencillas?

Aquí es donde entra el Neurocoaching. Tenemos problemas para cambiar de hábitos, nuestro cuerpo se rebela, no estamos “programados” para hacer el más mínimo cambio en nuestra rutina… ¡¡Hasta el día que decidimos hacerlo!!

Dejemos de boicotearnos, todo es cuestión de trabajo, de tenacidad, si realmente tienes claro tu objetivo y sabes cómo conseguirlo… ¿quién te impide correr hacia él y atraparlo a dos manos? ¿Tienes la respuesta? ¿O te la digo yo? No te la diré… porque lo sabes y entonces esto dejaría de ser Neurocoaching. Simplemente pretendo llevarte a la reflexión… ya me dices cuál ha sido la conclusión.

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