Las vacaciones son el período de tiempo que destinamos a descansar de nuestras actividades habituales. Para obtener un descanso, hay que cambiar de actividad, es decir, que quien tiene un trabajo intelectual, debe destinar su tiempo a actividades manuales y al contrario.
La principal razón de las vacaciones es la prevención del estrés y otras patologías físicas y emocionales, así como darnos un empujón para poder rendir mejor durante el año.
Durante todo el año, el estrés, nos provoca una respuesta biológica que es el resultado de la producción de hormonas en grandes cantidades y de la alteración de los neurotransmisores cerebrales, y es por esto por lo que se deteriora nuestra salud tanto física como mental, lo que nos lleva a disminuir el rendimiento en nuestras actividades laborales y relaciones sociales.
El hipotálamo, la hipófisis y las glándulas suprarrenales gobiernan las reacciones orgánicas del cuerpo. Ante situaciones alarmantes o períodos prolongados de estrés, este eje de comunicación se ve alterado y se provoca la producción incrementada de cortisona y adrenalina. Este aumento puede provocar problemas graves como aumento de la presión arterial o la frecuencia cardíaca, afecciones coronarias más severas, incremento de los niveles de azúcar y colesterol o descalcificación de los huesos. También del exceso de cortisona se pueden derivar trastornos del sueño y de la memoria o cambios en nuestro estado de ánimo. El estrés también puede afectar al sistema nervioso autónomo, produciendo gastritis, úlceras, diarreas, colon irritable, o afecciones dermatológicas como psoriasis, vitíligo o calvicie.
Para prevenir todas estas afecciones, es necesario un período de descanso, que ayuda a restablecer el organismo y no saturarlo. Hay estudios que indican que éstas deben ser como mínimo de tres semanas, donde hay que cambiar de hábitos, de horarios, etc
Algunos estudios han descubierto que la rutina limita nuestros pensamientos, lo que produce un adormecimiento del mismo y puede llegar a atrofiarlo. La activación neuronal contribuye a mantener el cerebro sano y prevenir la disminución cognitiva que surge con los años. En largos períodos de trabajo, lo que hacemos es restringir nuestras actividades a las situaciones que conocemos, produciendo este efecto en nuestro cerebro, por tanto, limitamos su funcionamiento.
Por todo esto, sólo queda concluir que las vacaciones de calidad son imprescindibles para mantener la agudeza mental, el estado físico y emocional de cualquiera de nosotros. Espero que aprovechéis este artículo para, si no lo habéis hecho todavía, encontrar ese motivo que todos buscamos para irnos de vacaciones y disfrutarlas plenamente.
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