Sir Shackleton en 1914 junto a 28 hombres en el Endurance, se propone atravesar la Antártida, sin embargo la nave queda atrapada entre los hielos polares, y después de que quedase destruida deben abandonarla. Liderados por Shackleton, cazan focas y pingüinos disputándoselas peligrosamente a las Orcas, pero lo que tuvo un impacto significativo sobre el futuro de todos esos hombres, fue que sobre los témpanos de hielo organizaban competiciones deportivas, celebraban cumpleaños, leían la Enciclopedia Británica, y se las arreglan para tener todos los días actividades que les ayudasen a mantener la moral arriba. Finalmente, Shakleton logra encontrar ayuda, son rescatados por la nave Chilena Yelcho y vuelven a casa todos sanos y salvos.
Shackleton no había perdido ni un solo hombre en los tres años que duró su expedición. La aventura de Shackleton, es posiblemente la más importante de cuantas se han vivido en los Polos, y aunque no aportó ningún beneficio material, ni ningún avance científico, a excepción de la experiencia personal de los protagonistas, la supervivencia de todos los participantes supone en sí misma un triunfo, una victoria del hombre sobre las condiciones naturales más adversas basándose en un elemento fundamental: el manejo todo el tiempo de la actitud en la tripulación.
miércoles, 15 de junio de 2011
jueves, 2 de junio de 2011
El líder nace o se hace (continuación)
El líder es la referencia dentro de un grupo (ya sea un equipo deportivo, un curso universitario, una compañía de teatro, el departamento de una empresa, etc.). Es la persona que lleva "la voz cantante" dentro del grupo; su opinión es la más valorada.
El liderazgo no tiene que ver con la posición jerárquica que se ocupa: Una persona puede ser el jefe de un grupo y no ser su líder y, al contrario, puede ser el líder sin ser el jefe.
A los miembros del grupo les inspira confianza saber que al frente del mismo se encuentra el líder. Lo que caracteriza al líder es su habilidad para conducir equipos; aunque muchas son las cualidades que definen al líder.
Visionario: se caracteriza por adelantarse a los acontecimientos, por anticipar los problemas y detectar oportunidades mucho antes que los demás. Persona de acción: no se contenta con soñar, el líder quiere resultados. Brillante: el líder sobresale sobre el resto del equipo. Coraje: no se amilana ante las dificultades. Contagia entusiasmo: consigue que el equipo le siga, que comparta sus objetivos. Gran comunicador: habilidad que le va a permitir "vender" su visión de manera sugerente. Convincente: sabe presentar sus argumentos de forma que consigue ganar el apoyo de la organización. Gran negociador: el líder es muy hábil negociando. Capacidad de mando: es una persona comprensiva, pero no una persona blanda. Exigente: con los demás, pero también, y muy especialmente, consigo mismo. Carismático: si además de las características anteriores, el líder es una persona carismática, nos encontraríamos ante un líder completo. No obstante, hay que señalar que es perfectamente posible un líder sin carisma. Honestidad: unos elevados valores éticos son fundamentales para que el liderazgo se mantenga en el tiempo. Cumplidor: el líder tiene que ser una persona de palabra: lo que promete lo cumple. Coherente: el líder tiene que vivir aquello que predica.
Otras características del líder, asimismo importantes, que permiten fortalecer su papel, son las siguientes:
Trabajador: el líder debe mostrar una gran dedicación al trabajo, debe predicar con el ejemplo, trabajar duro, que el grupo vea que está volcado con lo que hace. Pero debe ser capaz de llevar una vida equilibrada, de compaginar su actividad profesional con su faceta personal, familiar, social, etc. Perseverante: Tan sólo la perseverancia permitirá triunfar en el empeño. Flexible: Un auténtico líder no teme que por cambiar su punto de vista o por aceptar la opinión de otra persona esté dando muestras de debilidad. Autodominio: tiene que ser una persona fuerte, capaz de mostrar serenidad e infundir tranquilidad en los momentos más difíciles. Prudente: aunque el líder sea una persona que asume riesgos, no por ello deja de ser prudente. Realista: el líder está siempre con los pies en el suelo. Justo: el líder debe ser (y parecer) una persona justa. Humano, accesible y humilde: el líder es una persona cercana. Generoso: la generosidad es fundamental en todo líder. Culto: El líder debe preocuparse por desarrollarse personalmente, por alcanzar un elevado nivel cultural. Inquieto: es una persona inconformista. Con sentido del humor: el humor es fundamental en la vida, siendo especialmente útil en los momentos de dificultad. Optimista: el optimismo es contagioso, se expande al resto. En buena forma física: el líder tiene que cuidarse, llevar una vida sana, hacer deporte, cuidar su alimentación, descansar. Es la única forma de poder rendir al 100%.
Después de leer todas estas características te estarás preguntando si hay que nacer con algún don innato para poder llegar a ser un buen líder.
La opinión generalizada es que hay líderes que nacen con capacidades innatas y hay otros que se van formando en su desarrollo profesional y personal.
Las habilidades innatas favorecen el desarrollo del líder, pero a veces resulta más determinante la formación que uno va adquiriendo y la experiencia que va acumulando.
Personalmente, opino que todas estas cualidades se pueden ir entrenando poco a poco y finalmente, conseguir llegar a la excelencia.
Desde aquí, te animo a trabajar estos aspectos para poder llegar a ser el líder de tu grupo de trabajo u ocio, y como siempre, te insto a que me comentes tus experiencias!
El liderazgo no tiene que ver con la posición jerárquica que se ocupa: Una persona puede ser el jefe de un grupo y no ser su líder y, al contrario, puede ser el líder sin ser el jefe.
A los miembros del grupo les inspira confianza saber que al frente del mismo se encuentra el líder. Lo que caracteriza al líder es su habilidad para conducir equipos; aunque muchas son las cualidades que definen al líder.
Visionario: se caracteriza por adelantarse a los acontecimientos, por anticipar los problemas y detectar oportunidades mucho antes que los demás. Persona de acción: no se contenta con soñar, el líder quiere resultados. Brillante: el líder sobresale sobre el resto del equipo. Coraje: no se amilana ante las dificultades. Contagia entusiasmo: consigue que el equipo le siga, que comparta sus objetivos. Gran comunicador: habilidad que le va a permitir "vender" su visión de manera sugerente. Convincente: sabe presentar sus argumentos de forma que consigue ganar el apoyo de la organización. Gran negociador: el líder es muy hábil negociando. Capacidad de mando: es una persona comprensiva, pero no una persona blanda. Exigente: con los demás, pero también, y muy especialmente, consigo mismo. Carismático: si además de las características anteriores, el líder es una persona carismática, nos encontraríamos ante un líder completo. No obstante, hay que señalar que es perfectamente posible un líder sin carisma. Honestidad: unos elevados valores éticos son fundamentales para que el liderazgo se mantenga en el tiempo. Cumplidor: el líder tiene que ser una persona de palabra: lo que promete lo cumple. Coherente: el líder tiene que vivir aquello que predica.
Otras características del líder, asimismo importantes, que permiten fortalecer su papel, son las siguientes:
Trabajador: el líder debe mostrar una gran dedicación al trabajo, debe predicar con el ejemplo, trabajar duro, que el grupo vea que está volcado con lo que hace. Pero debe ser capaz de llevar una vida equilibrada, de compaginar su actividad profesional con su faceta personal, familiar, social, etc. Perseverante: Tan sólo la perseverancia permitirá triunfar en el empeño. Flexible: Un auténtico líder no teme que por cambiar su punto de vista o por aceptar la opinión de otra persona esté dando muestras de debilidad. Autodominio: tiene que ser una persona fuerte, capaz de mostrar serenidad e infundir tranquilidad en los momentos más difíciles. Prudente: aunque el líder sea una persona que asume riesgos, no por ello deja de ser prudente. Realista: el líder está siempre con los pies en el suelo. Justo: el líder debe ser (y parecer) una persona justa. Humano, accesible y humilde: el líder es una persona cercana. Generoso: la generosidad es fundamental en todo líder. Culto: El líder debe preocuparse por desarrollarse personalmente, por alcanzar un elevado nivel cultural. Inquieto: es una persona inconformista. Con sentido del humor: el humor es fundamental en la vida, siendo especialmente útil en los momentos de dificultad. Optimista: el optimismo es contagioso, se expande al resto. En buena forma física: el líder tiene que cuidarse, llevar una vida sana, hacer deporte, cuidar su alimentación, descansar. Es la única forma de poder rendir al 100%.
Después de leer todas estas características te estarás preguntando si hay que nacer con algún don innato para poder llegar a ser un buen líder.
La opinión generalizada es que hay líderes que nacen con capacidades innatas y hay otros que se van formando en su desarrollo profesional y personal.
Las habilidades innatas favorecen el desarrollo del líder, pero a veces resulta más determinante la formación que uno va adquiriendo y la experiencia que va acumulando.
Personalmente, opino que todas estas cualidades se pueden ir entrenando poco a poco y finalmente, conseguir llegar a la excelencia.
Desde aquí, te animo a trabajar estos aspectos para poder llegar a ser el líder de tu grupo de trabajo u ocio, y como siempre, te insto a que me comentes tus experiencias!
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